En este 8 de Marzo nuevamente, paramos. Nuevamente, marchamos. Nuevamente, recordamos. Nuevamente, demandamos.
Marchamos para que se tome conciencia del trabajo de las mujeres; el que se paga y el que no se paga, el constante, invisibilizado, precario y mal pago trabajo de las mujeres.
Este 8 de Marzo marchamos contra la violencia de género que es una guerra sorda, continua, que golpea a miles y miles de mujeres cada día. Marchamos contra el patriarcado, contra la división sexual del trabajo, contra los estereotipos y las discriminaciones pero también contra el sentido común que asigna un lugar a cada uno.
Este 8 de Marzo recordamos. A todas las generaciones de mujeres que lucharon como nosotras y fueron sembrando este camino. Porque fueron muchas las agendas que se alzaron por la despatriarcalización del mundo y porque unificarlas es darle sentido a nuestro mundo. Porque cada una hizo su parte y nosotras hacemos el nuestro. Porque reconociendo la pluralidad del feminismo, es necesario abrazarnos en torno a causas compartidas.
Este 8 de Marzo demandamos. Al Estado le demandamos políticas de igualdad y de respeto, leyes que nos protejan contra toda injusticia, derechos que puedan ser ejercidos y exigidos por todas y cada una, en cada lugar de este país. A la política le demandamos paridad. A la economía le demandamos perspectiva feminista. A la educación le demandamos programas no sexistas. Al gobierno le demandamos diálogo. Al mundo le demandamos respeto y reconocimiento.
Por eso paramos y marchamos este 8 de MARZO.
Arriba mujeres. ¡El futuro será nuestro!


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